martes, 9 de febrero de 2016

Sana y salva.

No sabes lo perdida que estaba hasta que apareció tu revolución dispuesta a mover el enredo mental que ocupa mis noches.
Entiendo que nunca tendré orden de pensamiento porque atar los hilos no me resulta fácil, y tampoco soy buena haciendo nudos. Soy más de volar alto y respirar fuerte. O de nadar mucho hasta cansarme.
Pero tú, tú conviertes un diario roto en una experiencia de provecho, tú rompes en carcajadas para convertir a la risa en más sonora, si cabe. Tú brillas en los ojos de aquellas personas que se atreven a mirarte.

Tú recompones.

Tú sanas y salvas.

Y yo,
sana y salva
en ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario