viernes, 13 de julio de 2018

Comprendo

Latente corazón, párate ante mi puerta y grita de una vez que vienes a aprovechar el tiempo.
Cuatro veces necesité y cuatro veces perdí. Ahora, en cuarentena, derribar invisibles se hace complejo. Porque admitamos que volar alto da perspectiva, pero no libra de la caída.

Cogí demasiado impulso y de la propulsión los desperfectos queman mi casa.

Fuego.

Llamas.

Y no te lo cojo.
He cambiado a la dirección norte buscando algo que suavice la quemazón de mi piel. Y en plena Antártida tus ojos siguen creando incendios y tu aroma incita a comer.

Vuelve el calor,
y yo
comprendo de una vez
lo que significa INFIERNO.